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Bego Antón. Dando luz a realidades ocultas y fascinantes

Bego Antón, una de las fotógrafas vascas con mayor proyección, será una de las protagonistas del próximo Basque Dok Festival. Una autora cuya evolución va rompiendo barreras entre géneros, para aportarnos una original mirada a historias y situaciones siempre sorprendentes. Charlamos con ella sobre lo que ha sido su último año, tanto sobre proyectos en marcha como sobre las importantes exposiciones en las que ha sido la protagonista.

 

En los últimos meses has sido protagonista de dos importantes exposiciones en Tabakalera de San Sebastián y en el Festival de la imagen de Getxophoto. Una oportunidad para que tu trabajo haya llegado al gran público, ¿cuál ha sido el recibimiento? ¿sientes que ha sido bien entendido por público quizás no tan habituado a ver fotografía? 

 

Estos últimos meses han sido muy completos.  La expo de Tabakalera para mí ha sido muy importante porque ha sido mi primera retrospectiva, comisariada por Érika Goyarrola, y también una oportunidad única para mí. He estado muy emocionada con este proyecto que he preparado durante muchísimos meses. Nunca había hecho una exposición tan grande y nunca había reunido mis proyectos en una sala de exposición. Realmente, creo que se podía palpar muy bien la esencia de mi trabajo y, por otro lado, la de Getxophoto, también ha sido fundamental, porque llevaba años queriendo exponer allí. Soy de un pueblito muy cerca de allí por lo que me hacía especial ilusión. Además, siempre he dicho que es uno de mis festivales favoritos, no solo por el lugar en el que se ponen las fotografías, sino también por el cariño con el que se organiza el festival; es algo precioso y me hacía muchísima ilusión participar.

 Creo que la gente ha entendido el trabajo, sí, porque, más que nada, porque el de las brujas es un proyecto que habla del País Vasco, o al menos esos son los mensajes que he recibido. Y lo mismo con Tabakalera. Para esta, diseñamos un catálogo para que quedara constancia de la exposición, en el que hacemos muchísimo hincapié en el proceso creativo, en lo que sucede antes de realizar los proyectos, porque, normalmente, es una fase de la que nos olvidamos cuando mostramos los proyectos. Me apetecía mucho centrarme en los procesos y con el catálogo lo hemos conseguido a partir de una entrevista o una pequeña conversación que tengo con Érika. Hablamos de qué es lo que sucede antes de realizar las imágenes, de una manera, además, muy personal, muy íntima.

“Es muy complicado terminar con los proyectos, más aún en mi caso que suelen ser de larga duración. Da cierta pena porque termina tu relación creativa con ese proyecto.”

¿Tiene ya fecha de publicación el libro de “Haiek danak sorginak” o aún es un proyecto en desarrollo? ¿Cuándo un proyecto se puede dar por concluido?

Haiek danak sorginak aún está por terminar y me quedan algunas imágenes, pocas, y después me pondré de pleno con el libro, porque creo que es una historia que ha de presentarse en formato libro y, en cuanto a la segunda pregunta, de cuándo se termina un proyecto, es algo muy peliagudo, porque, si por mí fuera, no los terminaría nunca y sí que es cierto que es necesario. Cuando sientes que ya has contado la historia de una forma profunda e intensa es cuando creo que puedes parar.  Es algo muy habitual que nos sucede a los autores. Sabemos cuáles son las historias o cuáles son esos pequeños matices que hemos dejado de contar dentro de un proyecto, algo que el espectador no suele saber, ya que les damos los proyectos acabados. Es muy complicado terminar con los proyectos, más aún en mi caso que suelen ser de larga duración. Da cierta pena porque termina tu relación creativa con ese proyecto. Luego empieza otra fase, la de difusión, de trabajar los proyectos, pero ir a esos lugares, conocer a estas personas, es algo que desaparece.

 

La originalidad de los temas que escoges para documentar es siempre tónica habitual en tu trabajo, ¿Cómo llegas a ellos? ¿Aparecen de forma espontánea mientras te dedicas a investigar otros temas o desde un inicio tienes en mente qué realidad quieres plasmar en imágenes?

Los proyectos, las temáticas, los encuentro por flechazos y pueden surgir en los lugares más inesperados, desde conversaciones con amigas a noticias en el periódico o de repente un post que veo en Instagram. Veo una historia que me cautiva de cierta manera y pienso que esto está aquí para que yo lo fotografié. Obviamente, no es así, los demás no existen para que los fotógrafos vayamos a fotografiar o los otros escritores hagan un libro con ello, pero sí surge una especie de conexión, muy difícil de explicar, que te une y te hace querer contar esa historia. Y así es como surgen los proyectos, de una forma que nunca sabes en un primer vistazo cómo lo vas a hacer, pero que sabes que es un tema en el que tienes que profundizar, tienes que investigar, para ver cuál es la mejor manera de contar esa historia.

En The Gallop vuelves a tratar una de esas realidades algo ocultas o apartadas de lo que se considera “normal” dentro de los cánones establecidos, ¿cómo consigue alguien que viene de otro país adentrarse en el mundo de este curioso deporte siendo además menores de edad las protagonistas de buena parte de tus fotografías? Me vienen a la mente mil y un problemas que solventar antes de poder empuñar la cámara.

Fue en Instagram donde vi un vídeo que contaba la historia de unas niñas que hacían Hobby horse. Directamente, lo que hice fue guardar ese vídeo en una carpeta que tengo en favoritos y que titulo “Próximos proyectos” y lo tuve ahí guardado durante semanas, meses mientras iba viendo el modo en que podría contar esa historia. Sucedió además que era en lo peor de la pandemia, con muchas restricciones para viajar. Fue en el verano de 2020, cuando aún volar entre países estaba muy restringido y entrar en Finlandia era especialmente complicado cuando pude hacer las fotos. Por aquel entonces, solo se podía entrar con una justificación de trabajo y fue en el aeropuerto, en donde me atendió una mujer, que conseguí que me dejaran entrar tras explicar qué venía a hacer, mostrándole todos los contactos que había hecho, la historia que iba a contar y los lugares a los que me debía desplazar. El trabajo previo antes de viajar fue muy intenso pues contacté a casi dos centenares de niñas escribiéndolas directamente. Lógicamente, muchas de ellas ni siquiera respondieron, pues que te escriba una extraña comentando que le gustaría hacer fotos de su actividad es algo muy intrusivo, pero otras contestaron entusiasmadas de que alguien estuviera interesado en lo que hacían. Así que el siguiente paso fue conseguir permiso de sus padres para hacer las sesiones de fotografía y contactar con los campamentos en los que entrenan, también gestionados por adolescentes, permiso para fotografiar. 

 

“Los proyectos (…) pueden surgir en los lugares más inesperados, (…) aparece una especie de conexión, muy difícil de explicar, que te une y te hace querer contar esa historia.”

 

Una característica que creo está cada vez más presente en tu forma de trabajar es el uso de fotografía escenificada, sin por ello dejar de lado el carácter documental de tu obra, ¿este recurso complica el proceso o lo ves ya como algo imprescindible para plasmar lo que pretendes contar?

Creo que cada historia, cada proyecto, tiene sus propias necesidades y que es importante que nos adaptemos a ellas para contarlas de la mejor manera posible. Mis proyectos cambian muchísimo de uno a otro y las técnicas en el proceso creativo todo es muy diferente según el proyecto. Para Haiek danak sorginak, tenía muy claro que debía dedicarme a hacer fotografías escenificadas, pues trato de documentar cosas que sucedieron hace muchos años y, lamentablemente, no puedo viajar al pasado. Sin embargo, con los proyectos Everybody loves to cha, cha, cha o incluso el de The Gallop era tan sencillo como trasladarme al lugar a fotografiar. Ahora mismo, por ejemplo, estoy trabajando en un proyecto que hace un recorrido a través del colonialismo botánico, centrándome en la fiebre de las orquídeas y aquí me dedico a intentar buscar la fórmula que mejor cuenta una historia y adaptarme a ello. Sí que es cierto que he disfrutado muchísimo con la fotografía escenificada, pero no creo que sea siempre el mejor modo de contar una historia. Es tarea del autor encontrar cómo puede contarla de la mejor manera.

Hace unas semanas se anunció el nombramiento de Cristina de Middel como presidenta de la Agencia Magnum. Su ingreso hace unos años no estuvo exento de cierta polémica por aquello de que muchos no acababan de entender cómo la fotografía documental desde hace años había ensanchado sus límites. Ese nuevo documentalismo al que también suele asociarse tu nombre parece ir imponiéndose como una de las grandes corrientes en la fotografía contemporánea, ¿te sientes de algún modo reafirmada en tu trabajo por esta tendencia o estás al margen de todos estos debates y tienes claras tus inquietudes y modo de contar?

Cuando leí la noticia de que Cristina de Middel iba a ser presidenta de Magnum me alegre muchísimo, primero porque una mujer iba a ser la directora de la Agencia y también porque creo que es una persona que tiene una mente muy abierta, que cuenta historias muy tensas incluyendo incluso mucho sentido del humor en ellas, aparte de que la veo como una mujer súper trabajadora.

 En cuanto a las etiquetas, tengo cierto problema con ellas porque creo que limitan mucho. Si me meto dentro del nuevo documentalismo parece que únicamente me dedico a esa área, pero qué pasa ahora cuando, por ejemplo, estoy utilizando el collage y la apropiación en mi último proyecto. Creo que tenemos tendencia a definir o encasillar absolutamente todo y a mí esto me parece un poco agobiante, por lo de tener que limitarte a ciertas formas y creo que precisamente lo importante en mi trabajo es esa libertad creativa que me permito a mí misma, incluso me permito tocar áreas que no domino para contar una historia como, por ejemplo, el collage. No tengo esa necesidad de quedarme en unas convenciones determinadas y, si durante el proceso, siento de forma intuitiva que he de utilizar otros recursos, no me siento en la necesidad de tener que explicar por qué de repente utilizo el collage en vez de una técnica sacada directamente de mi cámara fotográfica. Es por ello que tengo ciertos problemas con los límites y con la necesidad de encasillarnos dentro de un género, porque creo que esto es una forma de simplificar y, cada vez más, estoy empezando a definirme, casi, casi, como artista visual, no exactamente, pero en ese límite en el que la fotografía es una herramienta de la que me valgo, pero que si, de repente, necesito utilizar algo que no es meramente fotográfico, no voy a tener problemas para apropiarme de esa técnica para desarrollar mi trabajo.

“Creo que tenemos tendencia a definir o encasillar absolutamente todo y a mí esto me parece un poco agobiante, por lo de tener que limitarte a ciertas formas y creo que precisamente lo importante en mi trabajo es esa libertad creativa que me permito a mí misma.”

A pesar de tu juventud acumulas ya una larga lista de trabajos, ¿no has sentido nunca la pulsión de volver la cámara hacia ti y ser tú la protagonista de algún proyecto personal? ¿Pesa demasiado tu formación como periodista en lo que te interesa fotografiar?

Creo que todos mis proyectos tienen algo de mí. No creo que acabe girando la cámara a mí, literalmente hablando, pero sí que fotografío mi entorno bastante. No sé si algún día llegaré a compartir o a hacer públicas esas imágenes, pero sí que fotografío a mi gente, de una manera muy personal. Pero no es lo mismo fotografiar a los tuyos que compartir esas imágenes con los demás. No me niego a ello. De hecho, durante el confinamiento, fotografíe a mi hijo que entonces tenía dos años y las imágenes acabaron publicadas en Tiempo Detenido, que salió publicado por la Fundación Enaire. Por lo tanto, creo que el hecho de fotografiar es intrínseco en nuestras vidas y que la mayor parte de nosotros que nos dedicamos a la imagen, también fotografiamos a las personas de nuestro entorno, incluso a veces a nosotros mismos y compartir esas imágenes también puede ser fantástico, pero sí que es cierto que ahora mismo estoy centrada en mover la cámara hacia el otro lado.

https://begoanton.com/